
Leche de Arroz
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Hay secretos de belleza que transcienden el tiempo y las tendencias, y la Leche de Arroz es uno de ellos. Venerada durante siglos en los rituales de belleza de Asia, desde las geishas japonesas hasta las cortes imperiales, esta emulsión sedosa es un verdadero elixir para la piel. Obtenida del nutritivo salvado de arroz, la Leche de Arroz es un cóctel de vitaminas, minerales, antioxidantes y lípidos que envuelve la piel en un velo de confort, nutrición y luminosidad.
¿Qué hace exactamente la Leche de Arroz por tu piel?
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Nutrición profunda y suavidad instantánea: Es rica en lípidos nutritivos, proteínas y almidones que calman y suavizan la piel al instante. Al aplicarla, deja una sensación de confort absoluto y un acabado aterciopelado inconfundible. Es un bálsamo reconfortante para las pieles que se sienten tirantes o ásperas.
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Hidratación y protección antioxidante: La Leche de Arroz es una fuente natural de potentes antioxidantes como la Vitamina E y el ácido ferúlico. Estos compuestos protegen la piel del estrés oxidativo y el envejecimiento prematuro, mientras que sus carbohidratos ayudan a retener la humedad para una hidratación duradera.
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Aporta una luminosidad natural y unifica el tono: Gracias a su contenido en vitaminas del grupo B y enzimas sutiles, la Leche de Arroz ayuda a mejorar la claridad de la piel y a atenuar el aspecto de la tez apagada. Con un uso continuado, promueve un tono más uniforme y un brillo saludable que parece nacer desde el interior.
¿Por qué es un ingrediente clave en nuestro Gel Limpiador Nutritivo?
Mientras que otros activos de nuestra fórmula aportan ciencia y tecnología de vanguardia, la Leche de Arroz aporta el alma, la tradición y la experiencia sensorial. La hemos incluido en nuestro Gel Limpiador Nutritivo para asegurar que la limpieza sea un ritual de placer y cuidado, especialmente para las pieles secas, apagadas o que necesitan un extra de mimos.
La Leche de Arroz es la garantía de que nuestro limpiador nunca dejará la piel desprovista de sus aceites naturales. Por el contrario, la envuelve en un abrazo nutritivo, asegurando que después de enjuagar, tu rostro no solo esté perfectamente limpio, sino también calmado, nutrido, increíblemente suave y con un resplandor renovado. Es el ingrediente que transforma la funcionalidad de la limpieza en un momento de puro lujo y bienestar.
Redescubre el placer de limpiar tu piel con un ritual que la nutre, la ilumina y la reconforta profundamente.